Facesitting: Tu descarada guía del placer y el control
Facesitting: ¿Qué significa eso en realidad?
El facesitting es una práctica caliente que realmente puede causar revuelo durante el acto sexual. Mucha gente ha oído hablar de ello, pero sólo unos pocos se atreven a probarlo. Hay distintas formas de colocarte en la cara de tu pareja durante el facesitting.
A algunos les gustan las caricias tiernas y suaves, mientras que otros viven su lado dominante. El facesitting puede ponerte frenético, porque la cercanía es extrema y te sientes completamente tú mismo. Para muchas parejas, es un tabú que quieren romper juntos para llevar un soplo de aire fresco a la cama.
Si tienes curiosidad, debes informarte con antelación para que nada salga mal. Esta aventura requiere confianza, una comunicación clara y una sensación de seguridad. Algunas personas descubren el facesitting en burdeles, donde los profesionales dominan la técnica. El facesitting en un burdel puede ser especialmente excitante si quieres dejarte llevar de verdad. Allí encontrarás a menudo proveedores de servicios experimentados que saben respetar los límites y satisfacer los deseos.
Sentarse a la cara puede tener un efecto muy íntimo porque te sientas en la zona de la cabeza de la persona con la que hablas. Este contacto físico extremo tiene un efecto muy directo que intimida a algunas personas. A otras les parece la máxima emoción vivir su lujuria tan de cerca.
El atractivo del «facesitting»: cercanía, poder y devoción
Sentarse boca arriba fascina a muchos porque crea una dinámica especial. La persona que se sienta encima suele sentirse poderosa porque, literalmente, toma el control. Esto les da una sensación de confianza en sí mismos que afecta al estado de ánimo general.
La persona de abajo, en cambio, disfruta con el papel de ser servida. Sienten devoción y pueden llegar a intoxicarse por las intensas sensaciones. Sentarse cara a cara lleva a ambas partes a sus límites porque la proximidad es muy extrema. Es una gran ventaja tener señales claras cuando se está ejerciendo suficiente presión.
Hablarlo con antelación ayuda a evitar el estrés o las exigencias excesivas. Muchas parejas utilizan una palabra clave cuando se quedan sin aire o necesitan un descanso. Esto crea seguridad y fomenta la confianza. Esta confianza es extremadamente importante porque las caras pueden reaccionar de forma muy sensible.
El facesitting en un burdel puede resultarte interesante si quieres probar este tipo de intimidad. El facesitting en burdeles suele tener lugar bajo estrictas precauciones, porque los profesionales saben cómo controlar las situaciones. Así te sientes protegido, aunque sea la primera vez que te sumerges en esta ardiente aventura.
Cómo prepararte para tu experiencia de facesitting
La salud y el bienestar son lo más importante si quieres probar el facesitting por primera vez. Una ducha rápida previa no te hará ningún daño, ya que mejora la sensación. Nadie quiere sentir olores desagradables ni inseguridades.
Habla con tu pareja sobre cualquier temor o reserva para que podáis empezar relajados. Algunas personas temen ser demasiado pesadas o quedarse sin aliento. Sin embargo, este temor suele ser infundado si habláis entre vosotros y manejáis las cosas con cuidado.
Puedes probar distintas posiciones para encontrar el mejor ángulo. A veces es más práctico que la persona que está abajo levante ligeramente la cabeza o utilice una almohada. Esto crea más comodidad y evita que la cara se hunda demasiado.
Hacer de canguro en un burdel es parecido, salvo que a menudo te acompañan personas con experiencia. Saben cómo apoyarte y pueden tranquilizarte. Por tanto, el «facesitting» en burdeles puede ser una especie de entrenamiento si quieres aprender a disfrutar de todo ello sin estrés.
¿Qué tipos de facesitting existen?
Sentarse de cara es más versátil de lo que crees. Puedes sentarte en la espalda de tu pareja mientras inclina la cara hacia arriba. Pero también puedes darte la vuelta para deslizarte hacia atrás sobre su cara. Esta variante suele denominarse sentarse boca abajo.
A algunas personas les gusta lamer y chupar intensamente en esta posición porque es increíblemente estrecha. Otras lo encuentran más excitante cuando sólo se ejerce una ligera presión sobre la cara para aumentar la sensación de dominio. Siempre debes asegurarte de que el sumiso pueda respirar y no se sienta constreñido.
Incluso puedes incorporar elementos lúdicos. Algunas parejas utilizan una venda en los ojos porque la sensación es más intensa cuando no puedes ver lo que viene. O puedes utilizar ligeras ataduras para sujetar las manos de tu pareja. Estas ideas aumentan el morbo si a los dos os apetece.
En los burdeles, el «facesitting» suele ofrecerse en diferentes sesiones. Algunos locales tienen salas especiales donde puedes desahogarte en colchonetas. El facesitting en burdeles puede formar parte de un paquete BDSM o fetichista más amplio en el que combines varios elementos pervertidos.
La seguridad ante todo: Lo que debes tener en cuenta al sentarte de cara
Aunque el facesitting suene muy excitante, la seguridad tiene prioridad. La zona del cuello y la cabeza es sensible, así que no debes sentarte sobre ella con toda la fuerza. Acércate despacio y vigila la respiración de tu pareja.
Es conveniente acordar una palabra o una señal con la mano si te quedas sin aire. A veces, un simple golpecito en la pierna basta para indicar que es necesario hacer una pausa. Esto mantiene la intensidad de la experiencia sin que nadie entre en pánico.
Si te sientes inseguro, habla. El Face sitting se nutre de la honestidad y el buen humor. No te fuerces a hacer nada que te asuste o pueda ser doloroso. Ama tu cuerpo, pero sé realista en cuanto a los límites.
El «facesitting» en los burdeles suele realizarse de forma profesional. Cualquiera que recurra al «facesitting» en burdeles puede suponer que los profesionales se ocupan bien de ello. Sin embargo, no debes confiar ciegamente. Escucha siempre tus instintos, porque sólo tú sabes lo que te conviene.
Lujuria y dominación: Por qué el facesitting es tan atractivo
Al hacer facesitting, puedes sentir una enorme cantidad de dominación o devoción. Ambos extremos ejercen una atracción que a menudo no es tan fuerte durante el sexo normal. La cara es muy íntima y sensible, lo que hace que todo sea aún más excitante.
La persona que está debajo experimenta una mezcla de placer y de estar a merced de los demás. Se sienten seguros bajo el cuerpo de la otra persona. Esta sensación puede ser muy sensual, pero también desafiante. Si disfrutas sintiendo una pérdida de control, sentarte boca abajo puede ser realmente emocionante.
Aunque parece bastante dominante, sentarse de cara también puede ser cariñoso. Tú decides si quieres ser más salvaje o más tierno. Esta variedad es lo que hace que la Sentada facial sea tan interesante para mucha gente. Cada uno puede aportar su propio estilo y ajustar la intensidad.
Si quieres adoptar un enfoque profesional, puedes probar el facesitting en un burdel. Allí podrás explorar la parte dominante o sumisa sin ningún prejuicio. El facesitting en un burdel te ofrece la posibilidad de adquirir esta experiencia sin tener que probarlo en privado. Descubrirás rápidamente si realmente se adapta a ti.
Pequeños consejos para divertirte más cuando te sientas de cara
Sentarse cara a cara puede ser aún más excitante si conoces algunos trucos. Por ejemplo, presta atención a la tensión de tu cuerpo para no desplomarte bruscamente. Una postura firme o una superficie blanda te darán estabilidad.
También puedes utilizar lubricante para evitar el roce. Algunas personas confían en un buen aceite de masaje que sea aromático y nutra la piel. Esto hace que sentarse boca abajo sea más sensual, porque puedes dejar que tus muslos y monte de Venus se deslicen suavemente.
A muchas parejas les gusta hablar durante este tiempo para caldear el ambiente. Podéis susurrar palabras picantes, soltar piropos o dar pequeñas órdenes. Otras prefieren la concentración silenciosa porque quieren sentir el cosquilleo más intensamente. Escúchate a ti mismo y a tu pareja para ver qué funciona mejor.
El «facesitting» en un burdel también puede mostrarte cómo los profesionales prestan atención a esos detalles. El «facesitting» en burdeles suele estar perfectamente escenificado, con los aceites, la música y la iluminación adecuados. Puedes inspirarte mucho y poner en práctica lo que has aprendido en casa.
Cómo integrar el facesitting en tu vida amorosa
El facesitting no tiene por qué ser algo puntual. Puedes incorporarlo a tu vida amorosa cotidiana de vez en cuando para crear variedad. Quizá puedas empezar con sesiones cortas que sólo duren unos minutos. Si te gusta, puedes prolongarlo.
Tampoco tiene por qué tener lugar siempre en la cama. Un sofá con un respaldo firme o un cojín en el suelo pueden ser excitantes. Lo que te guste y lo que sea físicamente factible está permitido. Sólo asegúrate de que tienes espacio suficiente para que nadie se caiga infelizmente.
Si quieres introducir algo nuevo, dile a tu pareja lo mucho que te gusta sentarte cara a cara. La franqueza puede hacer maravillas. Mucha gente siente curiosidad y lo intentará si se lo presentas de forma relajada e informal. Juntos, ya no es incómodo, sino una aventura compartida.
Si necesitas más inspiración, puedes mirar fotos o vídeos en los que el tema sea el facesitting. Sin embargo, asegúrate de encontrar representaciones realistas. Algunos vídeos exageran y muestran posturas extremas que no son adecuadas para principiantes.
Límites y tabúes: ¿Qué hacer si el facesitting no es de tu agrado?
No a todo el mundo le gusta el facesitting, y eso está muy bien. Si te das cuenta de que no te excita o incluso te repele, déjalo claro. El deseo real sólo surge cuando te sientes cómoda.
Algunos prueban a sentarse de cara por curiosidad y se dan cuenta de que prefieren otras posturas. No se trata de ser perfecto ni de dominar todas las prácticas. También puedes ocuparte de tu pareja si lo desea, sin sentir tú demasiado entusiasmo.
Lo más importante es que nadie te presione ni te haga sentir culpable si no te apetece. La sexualidad es un campo amplio en el que cada uno puede desarrollar sus propias preferencias. Un «no» claro debe aceptarse, porque la verdadera diversión sólo se produce de mutuo acuerdo.
Si no estás segura, un lugar neutral puede ser útil. El facesitting en un burdel suele tener lugar en un entorno discreto donde nadie te juzgará. El facesitting en burdeles puede proporcionarte una prueba de sabor si tu pareja es negativa o prefieres probarlo primero por tu cuenta.
Facesitting en un burdel: una mirada entre bastidores
Hacer de modelo en un burdel suena a aventura salvaje para algunos. De hecho, algunos establecimientos reputados ofrecen precisamente este servicio. Los clientes reservan una sesión en la que son dominados o se dominan a sí mismos.
A menudo encontrarás salas bien equipadas en estudios profesionales. El mobiliario es robusto, la iluminación es agradablemente tenue y a veces se pone música discreta. El facesitting en burdeles puede incorporarse a diversos juegos de rol, por ejemplo como parte de sesiones de BDSM o fetichistas.
Los proveedores de servicios suelen estar bien formados. Saben cómo manejar la presión y la distancia y prestan atención a las señales de seguridad. Así que no debes temer que sobrepasen tus límites. No obstante, debes dejar claro lo que quieres exactamente en la conversación preliminar.
Algunos invitados aprecian la distancia profesional porque pueden entregarse por completo sin estar implicados en privado. Por supuesto, hay un desembolso económico, pero a muchos les merece la pena. Adquieren nuevas experiencias y pueden vivir sus fantasías sin tener que justificarse.
Mitos comunes sobre la sentada facial
El facesitting tiene unos cuantos tópicos al principio que a menudo no son ciertos. Mucha gente cree que se trata de sofocar a su pareja. Eso es mentira, porque en realidad nadie quiere tomar el aire. En realidad, te aseguras de tener suficiente espacio para respirar, aunque la cosa se ponga muy íntima.
Otros creen que el facesitting sólo es adecuado para personas delgadas, para que nadie se aplaste. Pero esto también es un concepto erróneo. Con atención y los puntos de apoyo adecuados, personas de todas las tallas pueden divertirse. Sólo tienes que escuchar las necesidades de la otra persona.
Otro mito es que sólo funciona en un contexto BDSM. La verdad es que también puedes disfrutar de la emoción si por lo demás prefieres el sexo suave. Sentarse cara a cara puede ser totalmente cariñoso y no tiene por qué ser necesariamente duro o dominante.
El facesitting en los burdeles a veces se comercializa como un puro «espectáculo de dominación», lo cual no suele ser cierto. El facesitting en burdeles puede ser suave, juguetón y humorístico si ambos miembros de la pareja así lo desean. Lo importante es que no te dejes encasillar.
Papel activo y pasivo: cómo cumplir tus facetas
Sentarse cara a cara no significa automáticamente que sólo la persona que está arriba tenga todo el poder. La persona que está abajo también puede ser activa, por ejemplo besando o lamiendo intensamente. Así que puedes ayudar a dar forma a la acción cuando estás abajo.
La persona sentada arriba también puede actuar pasivamente, simplemente dejándose caer. La persona de abajo toma entonces el timón y mima la zona íntima. La postura sentada puede interpretarse de muchas maneras, y eso es lo que la hace tan variada.
No dejes de estar en contacto durante este tiempo. Incluso un susurro o un gemido fuerte pueden marcar una gran diferencia. A algunas parejas les encanta mirarse a los ojos y sonreír entre medias. Otras quieren centrarse totalmente en la sensación física.
Si quieres probar ambos papeles, nada te impide cambiar de posición. Probadlo y ved qué os excita más. No hay bien ni mal, sólo placer mutuo y respeto por el otro.
¿Sacarse la cara también puede ser un acto lleno de romanticismo?
Mucha gente piensa que sentarse boca abajo es algo sucio y salvaje. Pero sin duda puedes incorporar aspectos románticos. Por ejemplo, combinándolo todo con caricias por todo el cuerpo. Un beso cariñoso antes y después de la sesión demuestra que estáis muy unidos.
También puedes decorar bien el lugar, por ejemplo con velas o flores. Una manta suave y música acogedora de fondo crean un ambiente cálido. De este modo, no parecerá un cliché porno, sino tu ritual de amor personal.
El facesitting en un burdel no siempre tiene que ser puramente técnico. El facesitting en burdeles puede integrarse en un ambiente romántico, si es lo que buscas. Los profesionales suelen tener un don para crear una atmósfera que parezca más íntima.
En última instancia, lo que cuenta es que te sientas cómoda y expreses tus deseos. Si te apetece luz de velas y ternura, dilo. Tu pareja o el proveedor del servicio lo atenderán si encaja en el marco.
Una buena comunicación: la clave para un facesitting perfecto
Sin comunicación, nada funciona en la sesión presencial. Tienes que saber dónde están tus límites y qué te excita. Así que habla abiertamente de las fantasías que tienes y de los tabúes que quieres establecer.
No seas tímido si algo no te gusta. Pasar a la ofensiva evita sorpresas desagradables. Para que todo funcione, tenéis que escucharos mutuamente. Un compañero que no escucha en el momento crucial puede acabar con el ambiente inmediatamente.
Si no estás seguro de si te gustará la postura sentada, pruébala durante un rato. Después, siempre puedes dejarlo o continuar si te das cuenta de que te va bien. Muchas parejas se sienten realmente a gusto con el tiempo.
El sexo oral en un burdel también requiere palabras claras. Di si quieres ser más dominante o más sumisa. El «facesitting» en un burdel es un servicio y tú reservas exactamente lo que quieres. No dejes que te impongan algo con lo que no te sientas cómoda.
Asiento facial como punto culminante intenso para valientes conocedores
El facesitting puede proporcionarte un cosquilleo inolvidable si estás dispuesta a implicarte. Este juego de proximidad, dominación y entrega suele dar un impulso adicional a tu vida amorosa. Experimentas una nueva forma de control o rendición que no siempre entra en juego durante el sexo normal.
Con un poco de preparación y un diálogo abierto, puedes sentirte segura mientras utilizas tu cara al máximo. Ten en cuenta los límites, respira con calma y confía en que tu pareja está prestando atención a tus señales. Si puedes hacerlo, disfrutarás de verdad de la explosión de emociones.
Si lo quieres aún más intenso, prueba el facesitting en un burdel. El facesitting en burdeles puede ser una introducción segura para principiantes, porque te acompañarán personas experimentadas. Pero los usuarios avanzados también sacarán provecho de su dinero si quieren probar algo nuevo.
Date cuenta de que no es imprescindible poder hacerlo todo perfectamente. Lo que importa es que os divirtáis juntos y celebréis vuestros cuerpos el uno con el otro. Ya sea romántico, salvaje o ambas cosas, el sexo oral puede adaptarse a tu propio estilo. Disfrútalo, mantén la curiosidad y ten el valor de ampliar tus límites de placer.
Echa un vistazo a nuestro artículo«Consejos para el sexo dominante: cómo hacerlo realmente ardiente» si quieres más inspiración.
Para obtener más información sobre prácticas seguras, puedes consultar el Centro Federal de Educación Sanitaria, porque el conocimiento te protege y permite que tu lujuria se despliegue aún más libremente.
¡Atrévete y haz del facesitting una experiencia inolvidable que sacudirá tu vida amorosa!